Después de dirigir durante ocho años la revista Medicina Intensiva, ha llegado el momento de mi despedida y proceder a la designación del nuevo director tal como establecen los estatutos de nuestra sociedad. Este período ha concluido coincidiendo con el XXXVI congreso nacional de nuestra sociedad, celebrado en Las Palmas de Gran Canaria del 20 al 22 de junio de 2001.
Durante este largo período de tiempo he tenido el privilegio y la oportunidad de observar desde la primera línea los trabajos que nuestros socios y colaboradores nos han remitido para su valoración y posterior publicación. Es una satisfacción para mí poder decir que he contado con la colaboración espontánea o solicitada de nuestros compañeros y ello ha permitido que la revista, órgano oficial de expresión de la SEMICYUC, sea un exponente del quehacer de nuestra especialidad.
También hemos asistido al crecimiento espectacular de la aportación científica de nuestros compañeros más entusiastas a revistas médicas internacionales de gran relevancia, fenómeno que debe enorgullecernos. Sin embargo, esta magnífica actividad se ha acompañado de un descenso progresivo en la recepción de artículos originales remitidos a Medicina Intensiva, actividad que entre todos debemos reactivar por el bien de nuestra especialidad. Noto a faltar una contribución más decidida en el ámbito de los artículos originales que traten aspectos sustanciales de la asistencia clínica prestada a los enfermos críticos. A título de propuesta, sería suficiente con aprovechar el 10% de todas las comunicaciones presentadas en nuestros congresos para alcanzar un notable nivel y proporcionar al lector temas de calidad y de interés.
Deben aumentar también los artículos de experimentación animal orientados a investigar los principales mecanismos de lesión y de reparación que ocurren en estos pacientes. Aunque reconozco que las perspectivas de ayudas económicas institucionales no son muy buenas, debemos perseverar en el crecimiento de la dedicación a la experimentación animal, con equipos multidisciplinarios si es preciso, si queremos consolidar nosotros el pensamiento científico propio de nuestra especialidad.
La aparición de la publicación electrónica de las revistas de medicina ha reforzado entre nosotros la necesidad de no perder este tren y tratar de indexar la revista Medicina Intensiva en las bases de datos más utilizadas. La revista está indexada en Excerpta Medica desde hace años, una base de datos cuyo acceso tiene un coste económico, lo cual no facilita un uso mayoritario. Sin duda, la base de datos Medline, es la más accesible y de mayor uso, motivo por el que hemos intentado que la revista fuera incluida en ella en dos ocasiones durante estos 8 años, sin haberlo logrado. No deja de ser frustrante que con una trayectoria de publicación regular desde 1977, y a pesar de cumplir los numerosos requisitos exigidos por la National Library of Medicine de los Estados Unidos, no haya sido incluida en el Medline. Sin embargo, de acuerdo con la información recibida desde esta organización, disponemos de la oportunidad de volver a presentar la revista para tratar de incluirla y rehacer toda la estrategia para lograrlo. En este trámite os puedo adelantar ya todo el apoyo del nuevo director de la revista y de la empresa editora.
Sin duda, encontraré a faltar la oportunidad de comunicar mis propias ideas en las cartas que dirigíamos a los autores con la finalidad de mejorar sus artículos y también la colaboración recibida de los revisores en esta labor. Y cómo no, las discusiones con el equipo de redacción, al cual deseo agradecer su entusiasta dedicación. Una mención especial a la ayuda que siempre me ha brindado el redactor jefe, Manel Soler, que ha cubierto con su dedicación prácticamente toda la existencia de nuestra revista. Gracias a la labor de muchos compañeros se ha consolidado el sistema de evaluación y revisión por expertos anónimos de los originales y algunas veces de editoriales y de revisiones.
Agradezco la confianza que depositaron en mí los sucesivos presidentes de la SEMICUYC y los presidentes del comité científico de nuestra sociedad. Confío en recuperar tiempo para poder participar como autor en la nueva etapa de la revista y brindo mi enhorabuena y colaboración al nuevo director, el Dr. Miguel Ángel de la Cal, profundo conocedor de ella y del que recibí muy buenas ideas para tratar de mejorarla. Le deseo el mejor éxito en esta etapa.
Relación de expertos que han colaborado en la revisión de trabajos en el 2000 y 2001 hasta la actualidad. La Dirección y el Comité de Redacción de Medicina Intensiva agradecen la eficaz y desinteresada colaboración en la crítica de trabajos a las siguientes personas:
R. Abizanda Campos
F. Álvarez Lerma
L. Álvarez Rocha
F. Azaldegui Berroeta
J. Bonastre
L. Cabré
J. Castañeda Casado
F. Castella Picas
J. Caturla Such
M. Cerdá Vila
E. Cobo
C. Chamorro Sambrina
J.M. Domínguez Roldán
A.M. Esquinas Rodríguez
D. Fainstein
R. Fernández Fernández
M. Fernández-Valls
F. García Urra
A. Guerrero Arjona
R. Guerrero Pabón
S. Leal Noval
C. León Gil
J.A. Lorente Balanza
E. Maraví Poma
L. Marruecos Sant
J. Marrugat
J. Maynard
S. Nogué Xarau
P. Olaechea
J. Homar
J.M. Payà Padreny
N. Perales Rodríguez de Viguri
J.M. Porres Aracama
R. Reig Saenz
J. Roqueta
M. Ruano Marco
J. Solsona
J. Valles Daunis
