En la mayoría de países de Europa el plan formativo de los residentes de Medicina Intensiva se basa en rotaciones, evaluando los conocimientos y el rendimiento laboral diario de los residentes en cada año de su plan formativo1. Sin embargo, este sistema basado en el tiempo supone un sistema de evaluación heterogéneo y con métodos muy diferentes de evaluación real de las competencias adquiridas durante la formación2. A nivel internacional, se plantea un cambio en los planes de formación y evaluación basado en la adquisición de competencias, lo que se conoce como plan Competency Based Training in Intensive Care Medicine in Europe (CoBaTrICE)3–5. Este método se centra en la adquisición gradual de competencias bien definidas, observables y medibles. En algunos países de Europa ya se ha establecido como plan formativo para los residentes, aunque su efectividad está aún por determinar.
En España se han realizado diferentes intentos para realizar cambios en el sistema de formación y trabajar en esta evaluación de competencias6,7. En el presente número de Medicina Intensiva se presenta un estudio multicéntrico8 que supone un intento de evaluación de este cambio de paradigma en la formación de los residentes de nuestra especialidad. En el estudio participan 13 unidades de cuidados intensivos nacionales, incluyendo a 36 residentes (seguidos desde su tercer a su quinto y último año de residencia), y realizándose dos grupos: un grupo en el que se mantuvo el plan formativo habitual y otro grupo en el que se implantó el plan CoBaTrICE. Ambos grupos fueron evaluados en su último año de residencia de la misma forma, con un examen clínico basado en la simulación. Este modo de evaluación se realiza con el objetivo de examinar las habilidades terapéuticas y no técnicas, así como la capacidad para integrar el conocimiento, la toma de decisiones, la comunicación y el trabajo en equipo.
El objetivo principal del estudio ha sido determinar si la implantación del plan CoBaTrICE consigue aportar niveles de competencia más elevados que el plan habitual. Además, como objetivos secundarios presenta la identificación de fallos en el rendimiento, la determinación del porcentaje de competencias y dominios esenciales conseguidos y la conformidad con las evaluaciones.
Para implementar este plan se realizó un entrenamiento previo de los tutores de residentes, evaluaciones basadas en el lugar de trabajo con el objetivo de promover el aprendizaje y asegurar la adquisición de las competencias y habilidades, y la elaboración de un portafolio electrónico como diario formativo.
La evaluación final de los residentes consiste en la simulación de distintos escenarios clínicos en los que se evalúan actitudes esenciales (consideradas como necesarias para aumentar la supervivencia de los pacientes) y actitudes no esenciales (aquellas que no alteran la supervivencia de los pacientes). Esto parece fundamental, ya que la atención médica de cada situación clínica debe ser integral, siendo imprescindibles las actitudes esenciales, pero sin poder olvidarnos de aquellas no esenciales. Sin embargo, la simulación, aunque es una herramienta cada vez más usada y que está demostrando su gran utilidad, sigue siendo, en cierta forma, desconocida para un alto porcentaje del personal sanitario, tanto especialistas como médicos en formación. No desconocida porque no se conozca su existencia, sino desconocida en cuanto a la habilidad para su realización, algo que puede influir en el resultado de la evaluación final de cada residente9,10.
Consideramos necesario destacar el periodo de realización del estudio, el cual se vio marcado por la pandemia COVID-19, lo que sin duda ha debido jugar un papel importante en la realización, en el seguimiento y en los resultados del estudio.
Los resultados del estudio, aun siendo no estadísticamente significativos, han mostrado un resultado positivo en la adquisición de competencias a través del plan formativo CoBaTrICE. Sin duda, es necesario aumentar los estudios para determinar con seguridad los beneficios observados en este estudio inicial. Sin embargo, parece que estamos ante el inicio de un posible y gran cambio en el plan formativo de los médicos residentes españoles, al menos de los residentes de Medicina Intensiva.
Destacar la importancia de este estudio, que supone una evaluación del sistema de formación y puntuación, siendo este el camino para la verdadera mejora en la formación de nuestros especialistas.
FinanciaciónNo se ha recibido ningún tipo de financiación.
Ninguno de los autores presenta conflicto de intereses.