Varón de 16 años de edad que ingresa por cuadro de 3 días de evolución con fiebre, astenia, cefalea, fotofobia, así como aparición de lesiones cutáneas purpúricas en regiones pretibiales, somnolencia, desorientación y pérdida de control de esfínteres. Se realiza TC craneal sin hallazgos y punción lumbar con salida de líquido turbio, siendo diagnosticado finalmente de meningitis meningocócica. A la exploración destaca opacidad corneal del ojo izquierdo con visión borrosa (fig. 1), por lo que realiza ecografía ocular evidenciándose grandes condensaciones vítreas (fig. 2). Ante la alta sospecha de endoftalmitis endógena, una complicación rara pero potencialmente grave y con alto riesgo de secuelas, se administran ceftazidima y vancomicina intravítreos. La situación neurológica mejora encontrándose orientado y colaborador en el momento del alta, persistiendo aún opacidad corneal.

Figura 1

Figura 2