La simulación clínica surge en el ámbito médico de la mano de David Gaba, que la define como método de aprendizaje usado para sustituir o amplificar experiencias reales por experiencias guiadas que evoquen o reproduzcan aspectos del mundo real de forma completamente interactiva.
Clásicamente tanto el proceso de aprendizaje, como la mejora profesional en el entorno sanitario, se realizaban de forma progresiva con el propio paciente, por lo que el manejo de situaciones infrecuentes se veía condicionado a un tiempo de entrenamiento prolongado. Herramientas como la simulación, nos permiten realizar este entrenamiento previo a la atención del paciente, aportando una experiencia de la que antes no se disponía.
En la última década, esta metodología ha experimentado un crecimiento exponencial, ganando cada vez más protagonismo en el ámbito de los cuidados intensivos pediátricos. No solo se ha consolidado como un método pedagógico, sino también como una herramienta esencial para la adquisición y mejora de habilidades técnicas y no técnicas en la práctica asistencial. Actualmente, se considera una parte fundamental de las estrategias de mejora de la seguridad del paciente, permitiendo examinar entornos y procesos asistenciales, entrenar equipos multidisciplinarios y practicar algoritmos de trabajo.
En esta revisión, nos centraremos en la utilidad de la simulación clínica para la formación del personal de una unidad de cuidados intensivos pediátricos (UCIP), especialmente en habilidades no técnicas como la comunicación efectiva y el trabajo en equipo en situaciones críticas.
David Gaba was one of the first to use simulation in medicine. He defined it as a learning method used to replace or amplify real experiences by guided experiences that evoke or reproduce aspects of the real world in a completely interactive way.
In the past, learning process and professional improvement in the healthcare were carried out progressively with the patient himself, so the management of infrequent situations was conditioned to a prolonged training period. Tools such as simulation allow us to carry out this training prior to patient care, providing an experience that was not available before.
In the last decade, this methodology has experienced exponential growth, gaining more and more prominence in the field of paediatric intensive care. It has not only been consolidated as a pedagogical method, but also as an essential tool for the acquisition and improvement of technical and non-technical skills in healthcare practice. Nowadays, it's considered a fundamental part of patient safety improvement strategies, allowing to examine care environments and processes, train multidisciplinary teams and practice work algorithms.
In this review, we will focus on the usefulness of clinical simulation for the training of Pediatric Critical Care Unit (PICU) staff, especially in non-technical skills such as effective communication and teamwork in critical situations.
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